Una ofrenda a la pachamama: el Pago a la tierra
“¡La pachamama es poderosa!” se escucha decir a una mujer cusqueña. Ella intenta explicar el típico ritual andino del pago a la tierra a unos visitantes que se acercan curiosos a observar. Su frase resume la importancia que atribuyen los locales a esta ceremonia ancestral, la cual se realiza de manera extendida en los distintos espacios en Cusco en el mes de agosto. Algunos se reúnen en casas, otros prefieren espacios místicos al aire libre como Sacsayhuaman. Sin embargo, todos comparten la devoción por la madre tierra, la pachamama.
El pago a la tierra es una tradición que ha pasado de generación en generación hasta nuestros días desde la época de los incas. Ellos tenían una relación muy estrecha con los elementos de la naturaleza con los que convivían: la lluvia, las montañas (a las que llamaban Apus), el sol, y por supuesto la tierra. Esta última era considerada como un elemento femenino, ya que la producción de alimentos en la agricultura se relacionaba con la fertilidad. Para agradecer por la cosecha de cada año, el hombre del ande realizaba una ofrenda basada en su sólido sistema de reciprocidad: la tierra les brindaba alimento y protección y ellos le ofrecían lo mejor de sus bienes.
Como hemos mencionado, esta práctica ha sobrevivido hasta nuestros días y hoy podemos ser parte de ella. Solo necesitamos tener un espíritu agradecido y entender la importancia que tienen los elementos de la naturaleza en la cosmovisión andina. Un chamán andino preside el ritual para el cual se necesitan, a modo de ofrenda, hojas de coca (mediadoras entre el mundo de la naturaleza y el humano), distintas semillas de cereales, chicha (bebida fermentada de maíz), dulces y huairuros (semillas rojinegras que se utilizan para la protección). Cada persona que participa en el pago recibirá, por parte del chamán, un “kintu” (unión de tres hojas de coca) y un pequeño paquete con el resto de elementos. Esto servirá para que cada uno de los integrantes pueda dedicar, junto con sus agradecimientos y peticiones, su ofrenda a la madre tierra. Finalmente, cuando todos han colocado su homenaje, el chamán pide la bendición de las montañas sagradas, Apus, y se realiza un ritual de cierre.
Aun si está solo de visita en Cusco, le animamos a que pueda experimentar esta ancestral ceremonia junto con nosotros. En Sumaq Hotel queremos que usted compruebe la riqueza de la cultura andina. Si desea realizar un pago a la tierra con nosotros, hospedarse en nuestros hoteles o necesita asesoría con su viaje, por favor, no dude en escribirnos a reservations@sumaqhotelperu.com. Estaremos gustosos de servirlo.
¿Había escuchado acerca de esta tradición anteriormente? ¿Conoce alguna similar? Déjenos todos sus comentarios en la caja inferior.